EN MEMORIA DE EDWIN LOPEZ

En memoria de Edwin López*

Emilio Isaza
Miércoles 15 de abril de 2009
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Era entonces, un muchacho inquieto que comenzó a sentir el peligro de amar al prójimo.

Era un danzarín, que bailando y bailando, conoció lo injusto del mundo.

Se cansó de callar y comenzó a escribir, a cantar y a salir.

Ya no estaba encerrado en su mundo de libros, ahora vivía la ciudad. Adentro, inmerso en ella, sintió y sufrió sus injusticias.

Una vez, al borde de un camino, se encontró con un gran peligro. Pero quiso Afrodita salvarlo y veinte mujeres lo cubrieron con sus manos.

Su cabello largo, su mirada tranquila, su cuaderno, su mochila, sus sombreros, su bandola, su música, su licor, su sed, su alma, su niño, su alma, su suerte, su cielo, su muerte, su tierra, su danza. Toda su vida es una zaga.

Legendario entre los dignos, señor K komprometido. Amado por los dioses conocía su destino: morir joven, elegir este sino.

De las tentaciones mortales, el dinero, sus comodidades, estaba tan a salvo como un loco o un niño, lo esta de la ley. Al dinero le hacía su trampa convirtiéndolo en néctar destilado del tiempo. A los sitios lujosos no podía dejar de ser invitado, persona pública era, personaje amado y odiado; admirado y criticado. A esos lujos les cantaba desaires: “hay tres o cuatro mamarrachos con los que yo estoy mejor…”.

Amigo de los niños, amado por las mujeres, artista sufriente, conciente, amante de los vinos, su voz y su bandola, su mano grande, su cuerpo fuerte, su alegría, su paz, su calma, su amor, su amistad: su vida. Ahora descansan todos con su padre Apolo quien lo protegía. Ya quiso el Hado darles descanso a su cuerpo y su alma de Aeda, y cayeron sobre él todas las saetas de un mal encuentro. Afrodita no pudo defenderlo, él no podía permitirlo. Le pidió a ella, a la diosa, que estivuera con nosotros mientras duraba su cautiverio.

Ahora todos loadle, oh divino hombre de pies ligeros, grande es tu hazaña, grande es tu tiempo, grande es todo cuanto conociste, todo cuanto hiciste.

Mal de ojo cayó a todos nuestros animadversos. Desde aquí, contra todos los demás enemigos procuro, por Febo el flechador, mal de oído.


* Estudiante de la Universidad de Pamplona desaparecido el 13 de abril de 2003 y asesinado dos meses después por el Bloque Catatumbo de las AUC. Este crimen se encuentra en la impunidad.